33 El la examinó y dijo: «¡Es la túnica de mi hijo! ¡Algún animal
feroz le ha devorado! ¡José ha sido despedazado!»
34 Jacob desgarró su vestido, se echó un sayal a la cintura e hizo duelo
por su hijo durante muchos días.
35 Todos sus hijos e hijas acudieron a consolarle, pero él rehusaba
consolarse y decía: «Voy a bajar en duelo al seol donde mi hijo.»
Y su
padre le lloraba.
36 Por su parte, los madianitas, llegados a Egipto, le vendieron a
Putifar, eunuco de Faraón y capitán de los guardias.