1 Después de estas cosas sucedió que el escanciador y el panadero del
rey de Egipto ofendieron a su señor, el rey de Egipto.
2 Faraón se enojó contra sus dos eunucos, contra el jefe de los
escanciadores y el jefe de los panaderos,
3 y les puso bajo la custodia en casa del jefe de los guardias, en
prisión, en el lugar donde estaba detenido José.
4 El jefe de los guardias encargó de ellos a José, para que les sirviese.
Así pasaban los días en presidio.
5 Aconteció que ambos soñaron sendos sueños en una misma noche,
cada cual con su sentido propio: el escanciador y el panadero del
rey de
Egipto que estaban detenidos en la prisión.
6 José vino a ellos por la mañana, y los encontró preocupados.
7 Preguntó, pues, a los eunucos de Faraón, que estaban con él en
presidio en casa de su señor: «¿Por qué tenéis hoy mala cara?»
8 «Hemos soñado un sueño - le dijeron - y no hay quien lo interprete.»
José les dijo: «¿No son de Dios los sentidos ocultos? Vamos, contádmelo a
mí.»