21 Pero una vez que las tuvieron dentro, ni se conocía que las
tuviesen, pues su aspecto seguía tan malo como al principio. Entonces me
desperté,
22 y volví a ver en sueños cómo siete espigas crecían en una misma
caña, henchidas y buenas.
23 Pero he aquí que otras siete espigas secas, flacas y asolanadas,
brotaban después de aquéllas
24 y consumieron las espigas flacas a las siete espigas hermosas. Se lo
he dicho a los magos, pero no hay quien me lo explique.»
25 José dijo a Faraón: «El sueño de Faraón es uno solo: Dios anuncia
a Faraón lo que va a hacer.
26 Las siete vacas buenas son siete años de abundancia y las siete
espigas buenas, siete años son: porque el sueño es uno solo.
27 Y las siete vacas macilentas y malas que subían después de
aquéllas, son siete años; e igualmente las siete espigas flacas y asolanadas,
es que habrá siete años de hambre.
28 Esto es lo que yo he dicho a Faraón. Lo que Dios va a hacer lo ha
mostrado a Faraón.