21 Pero resultó que cuando fuimos a hacer noche y abrimos nuestras
talegas de grano, nos encontramos con que la plata de cada uno estaba en la
boca de su talega, nuestra plata bien pesada, y la hemos devuelto
con
nosotros,
22 y además traemos con nosotros más plata para comprar víveres.
Ignoramos quién puso nuestra plata en nuestras talegas.»