4 Salieron de la ciudad, y no bien se habían alejado, cuando José dijo
a su mayordomo: «Levántate y persigue a esos hombres, les das alcance y
les dices: ¿Por qué habéis pagado mal por bien?
5 ¡Se trata nada menos que de lo que utiliza mi señor para beber,
y
también para sus adivinaciones! ¡Qué mal habéis obrado!»