Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Génesis 45, 1-16

1 Ya no pudo José contenerse delante de todos los que en pie le
asistían y exclamó: «Echad a todo el mundo de mi lado.» Y no quedó nadie
con él mientras se daba a conocer José a sus hermanos.

2 (Y se echó a llorar a gritos, y lo oyeron los egipcios, y lo oyó hasta
la casa de Faraón.)

3 José dijo a sus hermanos: «Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?» Sus
hermanos no podían contestarle, porque se habían quedado atónitos ante él.

4 José dijo a sus hermanos: «Vamos, acercaos a mí.» Se acercaron, y
él continuó: «Yo soy vuestro hermano José, a quien vendisteis a los
egipcios.

5 Ahora bien, no os pese mal, ni os dé enojo el haberme vendido acá,
pues para salvar vidas me envió Dios delante de vosotros.

6 Porque con éste van dos años de hambre por la tierra, y aún quedan
cinco años en que no habrá arada ni siega.

7 Dios me ha enviado delante de vosotros para que podáis sobrevivir
en la tierra y para salvaros la vida mediante una feliz liberación.

8 O sea, que no fuisteis vosotros los que me enviasteis acá, sino Dios,
y él me ha convertido en padre de Faraón, en dueño de toda su casa y amo
de todo Egipto.

9 Subid de prisa a donde mi padre, y decidle: “Así, dice tu hijo José:
Dios me ha hecho dueño de todo Egipto; baja a mí sin demora.

10 Vivirás en el país de Gosen, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos y
nietos, tus ovejas y tus vacadas y todo cuanto tienes.

11 Yo te sustentaré allí, pues todavía faltan cinco años de hambre, no
sea que quedéis en la miseria tú y tu casa y todo lo tuyo.”

12 Con vuestros propios ojos estáis viendo, y también mi hermano
Benjamín con los suyos, que es mi boca la que os habla.

13 Notificad, pues, a mi padre toda mi autoridad en Egipto y todo lo
que habéis visto, y en seguida bajad a mi padre acá.»

14 Y echándose al cuello de su hermano Benjamín, lloró; también
Benjamín lloraba sobre el cuello de José.

15 Luego besó a todos sus hermanos, llorando sobre ellos; después de
lo cual sus hermanos estuvieron conversando con él.

16 En el palacio de Faraón corrió la voz: «Han venido los hermanos
de José.» La cosa cayó bien a Faraón y sus siervos,