3 Dijo Jacob a José: «El Saday se me apareció en Luz, en país
cananeo; me bendijo
4 y me dijo: “Mira, yo haré que seas fecundo y que te multipliques;
haré de ti una asamblea de pueblos, y daré esta tierra a tu
posteridad en
propiedad eterna.”
5 Pues bien, los dos hijos tuyos que te nacieron en Egipto antes de
venir yo a Egipto a reunirme contigo, míos son: Efraím y Manasés,
igual
que Rubén y Simeón, serán míos.
6 En cuanto a la prole que has engendrado después de ellos, tuya será
y con el apellido de sus demás hermanos se la citará en orden a la herencia.