Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Génesis 50, 5-25

5 Mi padre me tomó juramento diciendo: “Yo me muero. En el
sepulcro que yo me labré en el país de Canaán, allí me has de
sepultar.”
Ahora, pues, permíteme que suba a sepultar a mi padre, y luego volveré.»

6 Dijo Faraón: «Sube y sepulta a tu padre como él te hizo jurar.»

7 Subió José a enterrar a su padre, y con él subieron todos los
servidores de Faraón, los más viejos de palacio, y todos los
ancianos de
Egipto,

8 así como toda la familia de José, sus hermanos y la familia de
su
padre. Tan sólo a sus pequeñuelos, sus rebaños y vacadas, dejaron en el país
de Gosen.

9 Subieron con él además carros y aurigas: un cortejo muy
considerable.

10 Llegados a Goren Haatad, que está allende el Jordán, hicieron allí
un duelo muy grande y solemne, y José lloró a su padre durante siete días.


11 Los cananeos, habitantes del país, vieron el duelo en Goren Haatad
y dijeron: «Duelo de importancia es ése de los egipcios.» Por eso se llamó
el lugar Abel Misráyim, que está allende el Jordán.

12 Sus hijos, pues, hicieron por él como él se lo había mandado;

13 le llevaron sus hijos al país de Canaán, y le sepultaron en la cueva
del campo de la Makpelá, el campo que había comprado Abraham en
propiedad sepulcral a Efrón el hitita, enfrente de Mambré.

14 Regresó José a Egipto con sus hermanos, y todos cuantos habían
subido con él a sepultar a su padre.

15 Vieron los hermanos de José que había muerto su padre y dijeron:

«A ver si José nos guarda rencor y nos devuelve todo el daño que
le
hicimos.»

16 Por eso mandaron a José este recado: «Tu padre encargó antes de
su muerte:

17 “Así diréis a José: Por favor, perdona el crimen de tus hermanos y
su pecado.” Cierto que te hicieron daño, pero ahora tú perdona el crimen de
los siervos del Dios de tu padre.» Y José lloró mientras le hablaban.

18 Fueron entonces sus hermanos personalmente y cayendo delante de
él dijeron: «Henos aquí, esclavos tuyos somos.»

19 Replicóles José: «No temáis, ¿estoy yo acaso en vez de Dios?

20 Aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo pensó para
bien, para hacer sobrevivir, como hoy ocurre, a un pueblo numeroso.

21 Así que no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros
pequeñuelos.» Y les consoló y les habló con afecto.

22 José permaneció en Egipto junto con la familia de su padre, y
alcanzó José la edad de 110 años.

23 José vio a los biznietos de Efraím; asimismo los hijos de Makir,
hijo de Manasés, nacieron sobre las rodillas de José.

24 Por último, José dijo a sus hermanos: «Yo muero, pero Dios se
ocupará sin falta de vosotros y os hará subir de este país al país que juró a
Abraham, a Isaac y a Jacob.»

25 José hizo jurar a los hijos de Israel, diciendo: «Dios os visitará sin
falta, y entonces os llevaréis mis huesos de aquí.»