3 Todo lo que se mueve y tiene vida os servirá de alimento: todo os lo
doy, lo mismo que os di la hierba verde.
4 Sólo dejaréis de comer la carne con su alma, es decir, con su sangre,
5 y yo os prometo reclamar vuestra propia sangre: la reclamaré a todo
animal y al hombre: a todos y a cada uno reclamaré el alma humana.
6 Quien vertiere sangre de hombre, por otro hombre será su sangre
vertida, porque a imagen de Dios hizo El al hombre.
7 Vosotros, pues, sed fecundos y multiplicaos; pululad en la tierra y
dominad en ella.»
8 Dijo Dios a Noé y a sus hijos con él:
9 «He aquí que yo establezco mi alianza con vosotros, y con vuestra
futura descendencia,
10 y con toda alma viviente que os acompaña: las aves, los ganados y
todas las alimañas que hay con vosotros, con todo lo que ha salido del arca,
todos los animales de la tierra.
11 Establezco mi alianza con vosotros, y no volverá nunca más a ser
aniquilada toda carne por las aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para
destruir la tierra.»
12 Dijo Dios: «Esta es la señal de la alianza que para las generaciones
perpetuas pongo entre yo y vosotros y toda alma viviente que os acompaña:
13 Pongo mi arco en las nubes, y servirá de señal de la alianza entre
yo y la tierra.
14 Cuando yo anuble de nubes la tierra, entonces se verá el arco en las
nubes,
15 y me acordaré de la alianza que media entre yo y vosotros y toda
alma viviente, toda carne, y no habrá más aguas diluviales para exterminar
toda carne.
16 Pues en cuanto esté el arco en las nubes, yo lo veré para recordar la
alianza perpetua entre Dios y toda alma viviente, toda carne que
existe
sobre la tierra.»
17 Y dijo Dios a Noé: «Esta es la señal de la alianza que he
establecido entre yo y toda carne que existe sobre la tierra.»
18 Los hijos de Noé que salieron del arca eran Sem, Cam y Jafet. Cam
es el padre de Canaán.
19 Estos tres fueron los hijos de Noé, y a partir de ellos se pobló toda
la tierra.
20 Noé se dedicó a la labranza y plantó una viña.
21 Bebió del vino, se embriagó, y quedó desnudo en medio de su
tienda.
22 Vio Cam, padre de Canaán, la desnudez de su padre, y avisó a sus
dos hermanos
23 Entonces Sem y Jafet tomaron el manto, se lo echaron al hombro
los dos, y andando hacia atrás, vueltas las caras, cubrieron la desnudez de
su padre sin verla.
24 Cuando despertó Noé de su embriaguez y supo lo que había hecho
con él su hijo menor,
25 dijo: «¡Maldito sea Canaán! ¡Siervo de siervos sea para sus
hermanos!»
26 Y dijo: «¡Bendito sea Yahveh, el Dios de Sem, y sea Canaán
esclavo suyo!