17 Yo os herí con tizón, con añublo y con granizo en toda labor de
vuestras manos, y ninguno de vosotros se volvió a mí, oráculo de Yahveh.
18 Aplicad, pues, vuestro corazón, desde este día en adelante (desde el
día veinticuatro del noveno mes, día en que se echaron los cimientos
al
Templo de Yahveh, aplicad vuestro corazón):
19 ¿hay ahora grano en el granero? Pues si ni la vid ni la higuera ni el
granado ni el olivo producían fruto, desde este día yo daré bendición.
20 La palabra de Yahveh fue dirigida por segunda vez a Ageo, el día
veinticuatro del mes, en estos términos:
21 Habla a Zorobabel, gobernador de Judá y di: Yo voy a sacudir los
cielos y la tierra.