4 No habéis resistido todavía hasta llegar a la sangre en vuestra lucha
contra el pecado.
5 Habéis echado en olvido la exhortación que como a hijos se os
dirige: = Hijo mío, no menosprecies la corrección del Señor; ni te
desanimes al ser reprendido por él. =
6 = Pues a quien ama el Señor, le corrige; y azota a todos los hijos que
acoge. =