2 También nosotros hemos recibido una buena nueva, lo mismo que
ellos. Pero la palabra que oyeron no aprovechó nada a aquellos que
no
estaban unidos por la fe a los que escucharon.
3 De hecho, hemos entrado en el descanso los que hemos creído,
según está dicho: = Por eso juré en mi cólera: ¡No entrarán en mi descanso!
= Y eso que las obras de Dios estaban terminadas desde la creación
del
mundo,
4 pues en algún lugar dice acerca del día séptimo: Y = descansó Dios
el día séptimo de todas sus obras. =
5 Y también en el pasaje citado: = ¡No entrarán en mi descanso! =
6 Por tanto, quedando en claro que algunos han de entrar en él, y que
los primeros en recibir la buena nueva no entraron a causa
de su
desobediencia,
7 vuelve a señalar un día, = hoy, = diciendo por David al cabo de tanto
tiempo, como queda dicho: = Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros
corazones...
8 Porque si Josué les hubiera proporcionado el descanso, no habría
hablado Dios más tarde, de otro día.
9 Por tanto es claro que queda un descanso sabático para el pueblo de
Dios.
10 Pues quien = entra en su descanso, = también él = descansa de sus
trabajos, = al igual que Dios de los suyos.
11 Esforcémonos, pues, por = entrar en ese descanso, = para que nadie
caiga imitando aquella desobediencia.
12 Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante
que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el
espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los
sentimientos y
pensamientos del corazón.
13 No hay para ella criatura invisible: todo está desnudo y patente a
los ojos de Aquel a quien hemos de dar cuenta.
14 Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos - Jesús,
el Hijo de Dios - mantengamos firmes la fe que profesamos.
15 Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse
de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en
el pecado.