Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hebreos 7, 11-26

11 Pues bien, si la perfección estuviera en poder del sacerdocio
levítico - pues sobre él descansa la Ley dada al pueblo -, ¿qué
necesidad
había ya de que surgiera otro sacerdote a = semejanza de Melquisedec, = y
no «a semejanza de Aarón»?

12 Porque, cambiado el sacerdocio, necesariamente se cambia la Ley.
13 Pues aquel de quien se dicen estas cosas, pertenecía a otra tribu, de

la cual nadie sirvió al altar.

14 Y es bien manifiesto que nuestro Señor procedía de Judá, y a esa
tribu para nada se refirió Moisés al hablar del sacerdocio.

15 Todo esto es mucho más evidente aún si surge otro sacerdote a
semejanza de Melquisedec,

16 que lo sea, no por ley de prescripción carnal, sino según la fuerza
de una vida indestructible.

17 De hecho, está atestiguado: = Tú eres sacerdote para siempre, a
semejanza de Melquisedec. =

18 De este modo queda abrogada la ordenación precedente, por razón
de su ineficacia e inutilidad,

19 ya que la Ley no llevó nada a la perfección, pues no era más que
introducción a una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios.

20 Y por cuanto no fue sin juramento - pues los otros fueron hechos
sacerdotes sin juramento,

21 mientras éste lo fue bajo juramento por Aquel que le dijo: = «Juró
el Señor y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre» - =

22 por eso, de una mejor Alianza resultó fiador Jesús.

23 Además, aquellos sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les
impedía perdurar.

24 Pero éste posee un sacerdocio perpetuo porque permanece = para
siempre. =

25 De ahí que pueda también salvar perfectamente a los que por él se
llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor.

26 Así es el Sumo Sacerdote que nos convenía: santo, inocente,
incontaminado, apartado de los pecadores, encumbrado por encima de los
cielos,