3 A estos mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles
muchas pruebas de que vivía, apareciéndoseles durante cuarenta días y
hablándoles acerca de lo referente al Reino de Dios.
4 Mientras estaba comiendo con ellos, les mandó que no se ausentasen
de Jerusalén, sino que aguardasen la Promesa del Padre, «que oísteis de mí: