2 Los hermanos de Listra e Iconio daban de él un buen testimonio.
3 Pablo quiso que se viniera con él. Le tomó y le circuncidó a causa de
los judíos que había por aquellos lugares, pues todos sabían que su padre
era griego.
4 Conforme iban pasando por las ciudades, les iban entregando, para
que las observasen, las decisiones tomadas por los apóstoles y presbíteros
en Jerusalén.
5 Las Iglesias, pues, se afianzaban en la fe y crecían en número de día
en día.
6 Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les
había impedido predicar la Palabra en Asia.
7 Estando ya cerca de Misia, intentaron dirigirse a Bitinia, pero no se
lo consintió el Espíritu de Jesús.
8 Atravesaron, pues, Misia y bajaron a Tróada.
9 Por la noche Pablo tuvo una visión: Un macedonio estaba de pie
suplicándole: «Pasa a Macedonia y ayúdanos.»
10 En cuanto tuvo la visión, inmediatamente intentamos pasar a
Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado
para
evangelizarles.