26 Este, pues, comenzó a hablar con valentía en la sinagoga. Al oírle
Aquila y Priscila, le tomaron consigo y le expusieron más exactamente el
Camino.
27 Queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron a ello y
escribieron a los discípulos para que le recibieran. Una vez allí fue de gran
provecho, con el auxilio de la gracia, a los que habían creído;