6 Y, habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el
Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar.
7 Eran en total unos doce hombres.
8 Entró en la sinagoga y durante tres meses hablaba con valentía,
discutiendo acerca del Reino de Dios e intentando convencerles.
9 Pero como algunos, obstinados e incrédulos, hablaban mal del
Camino ante la gente, rompió con ellos y formó grupo aparte con
los
discípulos; y diariamente les hablaba en la escuela de Tirano.
10 Esto duró dos años, de forma que pudieron oír la Palabra del Señor
todos los habitantes de Asia, tanto judíos como griegos.
11 Dios obraba por medio de Pablo milagros no comunes,
12 de forma que bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o
mandiles que había usado y se alejaban de ellos las enfermedades y salían
los espíritus malos.
13 Algunos exorcistas judíos ambulantes intentaron también invocar
el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, y decían: