...la Biblia de Jerusalén
Hechos 2, 3-8
3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y
se posaron sobre cada uno de ellos;
4 quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en
otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
5 Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de
todas las naciones que hay bajo el cielo.
6 Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor
al oírles hablar cada uno en su propia lengua.
7 Estupefactos y admirados decían: «¿Es que no son galileos todos
estos que están hablando?
8 Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua
nativa?