14 Cuando nos alcanzó en Asso, le tomamos a bordo y llegamos a
Mitilene.
15 Al día siguiente nos hicimos a la mar y llegamos a la altura de
Quíos; al otro día atracamos en Samos y, después de hacer escala
en
Trogilión, llegamos al día siguiente a Mileto.
16 Pablo había resuelto pasar de largo por Éfeso, para no perder
tiempo en Asia. Se daba prisa, porque quería estar, si le era posible, el día
de Pentecostés en Jerusalén.