Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 20, 19-27

19 sirviendo al Señor con toda humildad y lágrimas y con las pruebas
que me vinieron por las asechanzas de los judíos;

20 cómo no me acobardé cuando en algo podía seros útil; os predicaba
y enseñaba en público y por las casas,

21 dando testimonio tanto a judíos como a griegos para que se
convirtieran a Dios y creyeran en nuestro Señor Jesús.

22 «Mirad que ahora yo, encadenado en el espíritu, me dirijo a
Jerusalén, sin saber lo que allí me sucederá;

23 solamente sé que en cada ciudad el Espíritu Santo me testifica que
me aguardan prisiones y tribulaciones.

24 Pero yo no considero mi vida digna de estima, con tal que termine
mi carrera y cumpla el ministerio que he recibido del Señor Jesús, de dar
testimonio del Evangelio de la gracia de Dios.

25 «Y ahora yo sé que ya no volveréis a ver mi rostro ninguno de
vosotros, entre quienes pasé predicando el Reino.

26 Por esto os testifico en el día de hoy que yo estoy limpio de
la
sangre de todos,

27 pues no me acobardé de anunciaros todo el designio de Dios.