27 Cuando estaban ya para cumplirse los siete días, los judíos venidos
de Asia le vieron en el Templo, revolvieron a todo el pueblo, le
echaron
mano
28 y se pusieron a gritar: «¡Auxilio, hombres de Israel! Este es el
hombre que va enseñando a todos por todas partes contra el pueblo, contra
la Ley y contra este Lugar; y hasta ha llegado a introducir a unos griegos en
el Templo, profanando este Lugar Santo.»