29 Pues habían visto anteriormente con él en la ciudad a Trofimo, de
Éfeso, a quien creían que Pablo había introducido en el Templo.
30 Toda la ciudad se alborotó y la gente concurrió de todas partes. Se
apoderaron de Pablo y lo arrastraron fuera del Templo; inmediatamente
cerraron las puertas.