Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 22, 15-29

15 pues le has de ser testigo ante todos los hombres de lo que has visto
y oído.

16 Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus
pecados invocando su nombre.”

17 «Habiendo vuelto a Jerusalén y estando en oración en el Templo,
caí en éxtasis;

18 y le vi a él que me decía: “Date prisa y marcha inmediatamente de
Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí.”

19 Yo respondí: “Señor, ellos saben que yo andaba por las sinagogas
encarcelando y azotando a los que creían en ti;

20 y cuando se derramó la sangre de tu testigo Esteban, yo también
me hallaba presente, y estaba de acuerdo con los que le mataban y guardaba
sus vestidos.”

21 Y me dijo: “Marcha, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles”.»

22 Le estuvieron escuchando hasta estas palabras y entonces alzaron
sus voces diciendo: «¡Quita a ése de la tierra!; ¡no es justo que viva!»

23 Vociferaban, agitaban sus vestidos y arrojaban polvo al aire.

24 El tribuno mandó llevarlo dentro del cuartel y dijo que
lo
sometieran a los azotes para averiguar por qué motivo gritaban así contra
él.

25 Cuando le tenían estirado con las correas, dijo Pablo al centurión
que estaba allí: «¿Os es lícito azotar a un ciudadano romano sin
haberle
juzgado?»

26 Al oír esto el centurión fue donde el tribuno y le dijo: «¿Qué vas a
hacer? Este hombre es ciudadano romano.»

27 Acudió el tribuno y le preguntó: «Dime, ¿eres ciudadano romano?»

- «Sí», respondió.

28 - «Yo, dijo el tribuno, conseguí esta ciudadanía por una fuerte
suma.» - «Pues yo, contestó Pablo, la tengo por nacimiento.»

29 Al momento se retiraron los que iban a darle tormento. El tribuno
temió al darse cuenta que le había encadenado siendo ciudadano romano.