Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 23, 13-29

13 Eran más de cuarenta los comprometidos en esta conjuración.

14 Estos, pues, se presentaron a los sumos sacerdotes y a los ancianos
y le dijeron: «Bajo anatema nos hemos comprometido a no probar cosa
alguna hasta que no hayamos dado muerte a Pablo.

15 Vosotros por vuestra parte, de acuerdo con el Sanedrín, indicad al
tribuno que os lo baje donde vosotros, como si quisierais examinar más a
fondo su caso; nosotros estamos dispuestos a matarle antes de que llegue.»

16 El hijo de la hermana de Pablo se enteró de la celada. Se presentó
en el cuartel, entró y se lo contó a Pablo.

17 Pablo llamó a uno de los centuriones y le dijo: «Lleva a este joven
donde el tribuno, pues tiene algo que contarle.»


18 El tomó y le presentó al tribuno diciéndole: «Pablo, el preso, me
llamó y me rogó que te trajese este joven que tiene algo que decirte.»

19 El tribuno le tomó de la mano, le llevó aparte y le preguntó: «¿Qué
es lo que tienes que contarme?»

20 - «Los judíos, contestó, se han concertado para pedirte que mañana
bajes a Pablo al Sanedrín con el pretexto de hacer una indagación más a
fondo sobre él.

21 Pero tú no les hagas caso, pues le preparan una celada más de
cuarenta hombres de entre ellos, que se han comprometido bajo anatema a
no comer ni beber hasta haberle dado muerte; y ahora están
preparados,
esperando tu asentimiento.»

22 El tribuno despidió al muchacho dándole esta recomendación: «No
digas a nadie que me has denunciado estas cosas.»

23 Después llamó a dos centuriones y les dijo: «Tened preparados
para la tercera hora de la noche doscientos soldados, para ir a
Cesarea,
setenta de caballería y doscientos lanceros.

24 Preparad también cabalgaduras para que monte Pablo; y llevadlo a
salvo al procurador Félix.»

25 Y escribió una carta en estos términos:

26 «Claudio Lisias saluda al excelentísimo procurador Félix.»

27 Este hombre había sido apresado por los judíos y estaban a punto
de matarlo cuando, al saber que era romano, acudí yo con la tropa y le libré
de sus manos.

28 Queriendo averiguar el crimen de que le acusaban, le bajé a su
Sanedrín.

29 Y hallé que le acusaban sobre cuestiones de su Ley, pero que no
tenía ningún cargo digno de muerte o de prisión.