10 Pablo contestó: «Estoy ante el tribunal del César, que es donde
debo ser juzgado. A los judíos no les he hecho ningún mal, como tú muy
bien sabes.
11 Si, pues, soy reo de algún delito o he cometido algún crimen que
merezca la muerte, no rehúso morir; pero si en eso de que éstos me acusan
no hay ningún fundamento, nadie puede entregarme a ellos; apelo al
César.»