11 Si, pues, soy reo de algún delito o he cometido algún crimen que
merezca la muerte, no rehúso morir; pero si en eso de que éstos me acusan
no hay ningún fundamento, nadie puede entregarme a ellos; apelo al
César.»
12 Entonces Festo deliberó con el Consejo y respondió: «Has apelado
al César, al César irás.»
13 Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea
y fueron a saludar a Festo.
14 Como pasaran allí bastantes días, Festo expuso al rey el caso de
Pablo: «Hay aquí un hombre, le dijo, que Félix dejó prisionero.