16 Pero levántate, y ponte en pie; pues me he aparecido a ti para
constituirte servidor y testigo tanto de las cosas que de mí has visto como
de las que te manifestaré.
17 = Yo te libraré = de tu pueblo y = de los gentiles, a los cuales yo te
envío, =
18 = para que les abras los ojos; = para que se conviertan = de
las
tinieblas a la luz, = y del poder de Satanás a Dios; y para que
reciban el
perdón de los pecados y una parte en la herencia entre los
santificados,
mediante la fe en mí.”
19 «Así pues, rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial,
20 sino que primero a los habitantes de Damasco, después a los de
Jerusalén y por todo el país de Judea y también a los gentiles he predicado
que se convirtieran y que se volvieran a Dios haciendo obras dignas
de
conversión.
21 Por esto los judíos, habiéndome prendido en el Templo, intentaban
darme muerte.
22 Con el auxilio de Dios hasta el presente me he mantenido firme
dando testimonio a pequeños y grandes sin decir cosa que esté fuera de lo
que los profetas y el mismo Moisés dijeron que había de suceder:
23 que el Cristo había de padecer y que, después de resucitar el
primero de entre los muertos, anunciaría la luz al pueblo y a los gentiles.»
24 Mientras estaba él diciendo esto en su defensa, Festo le interrumpió
gritándole: «Estás loco, Pablo; las muchas letras te hacen perder la cabeza.»
25 Pablo contestó: «No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que
hablo cosas verdaderas y sensatas.