Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 27, 29-34

29 Temerosos de que fuésemos a chocar contra algunos escollos,
echaron cuatro anclas desde la popa y esperaban ansiosamente que se
hiciese de día.

30 Los marineros intentaban escapar de la nave, y estaban ya arriando
el bote con el pretexto de echar los cables de las anclas de proa.


31 Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: «Si no se quedan
éstos en la nave, vosotros no os podréis salvar.»

32 Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron

caer.

33 Mientras esperaban que se hiciera de día, Pablo aconsejaba a todos

que tomasen alimento diciendo: «Hace ya catorce días que, en continua
expectación, estáis en ayunas, sin haber comido nada.

34 Por eso os aconsejo que toméis alimento, pues os conviene para
vuestra propia salvación; que ninguno de vosotros perderá ni un solo
cabello de su cabeza.»