15 Les mandaron salir fuera del Sanedrín y deliberaban entre ellos.
16 Decían: «¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente para todos
los habitantes de Jerusalén, que ellos han realizado una señal manifiesta, y
no podemos negarlo.
17 Pero a fin de que esto no se divulgue más entre el pueblo,
amenacémosles para que no hablen ya más a nadie en este nombre.»
18 Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablasen o
enseñasen en el nombre de Jesús.
19 Mas Pedro y Juan les contestaron: «Juzgad si es justo delante de
Dios obedeceros a vosotros más que a Dios.
20 No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y
oído.»
21 Ellos, después de haberles amenazado de nuevo, les soltaron, no
hallando manera de castigarles, a causa del pueblo, porque
todos
glorificaban a Dios por lo que había occurrido,
22 pues el hombre en quien se había realizado esta señal de curación
tenía más de cuarenta años.
23 Una vez libres, vinieron a los suyos y les contaron todo lo que les
habían dicho los sumos sacerdotes y ancianos.
24 Al oírlo, todos a una elevaron su voz a Dios y dijeron: «Señor, tú
que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos,
25 tú que has dicho por el Espíritu Santo, por boca de nuestro padre
David, tu siervo: = ¿A qué esta agitación de las naciones, estos
vanos
proyectos de los pueblos? =
26 = Se han presentado los reyes de la tierra y los magistrados se han
aliado contra el Señor y contra su Ungido. =
27 «Porque verdaderamente en esta ciudad se = han aliado = Herodes
y Poncio Pilato con las naciones y los pueblos de Israel contra tu
santo
siervo Jesús, a quien has = ungido =,
28 para realizar lo que en tu poder y en tu sabiduría
habías
predeterminado que sucediera.