36 Porque hace algún tiempo se levantó Teudas, que pretendía ser
alguien y que reunió a su alrededor unos cuatrocientos hombres; fue
muerto y todos los que le seguían se disgregaron y quedaron en nada.
37 Después de éste, en los días del empadronamiento, se levantó Judas
el Galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí; también éste pereció y todos
los que le habían seguido se dispersaron.