Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Hechos 8, 1-10

1 Saulo aprobaba su muerte. Aquel día se desató una gran persecución
contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, a excepción de los apóstoles,
se
dispersaron por las regiones de Judea y Samaria.

2 Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran duelo
por él.

3 Entretanto Saulo hacía estragos en la Iglesia; entraba por las casas,
se llevaba por la fuerza hombres y mujeres, y los metía en la cárcel.

4 Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando la
Buena Nueva de la Palabra.

5 Felipe bajó a una ciudad de Samaria y les predicaba a Cristo.

6 La gente escuchaba con atención y con un mismo espíritu lo que
decía Felipe, porque le oían y veían las señales que realizaba;

7 pues de muchos posesos salían los espíritus inmundos dando
grandes voces, y muchos paralíticos y cojos quedaron curados.

8 Y hubo una gran alegría en aquella ciudad.

9 En la ciudad había ya de tiempo atrás un hombre llamado Simón que
practicaba la magia y tenía atónito al pueblo de Samaria y decía que él era
algo grande.

10 Y todos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención y
decían: «Este es la Potencia de Dios llamada la Grande.»