7 Pero él no se lo figura así, ni su corazón así lo estima, sino que su
intención es arrasar y exterminar gentes no pocas.
8 Pues dice: «¿No son mis jefes todos ellos reyes?
9 ¿No es Kalnó como Karkemis? ¿No es Jamat como Arpad? ¿No es
Samaría como Damasco?
10 Como alcanzó mi mano a los reinos de los ídolos - cuyas estatuas
eran más que las de Jerusalén y Samaría -
11 como hice con Samaría y sus ídolos, ¿no haré asimismo con
Jerusalén y sus simulacros?»
12 Pues bien, cuando hubiere dado remate el Señor a todas sus
empresas en el monte Sión y en Jerusalén, pasará revista al fruto
del
engreimiento del rey de Asur y al orgullo altivo de sus ojos.
13 Porque dijo: «Con el poder de mi mano lo hice, y con mi sabiduría,
porque soy inteligente, he borrado las fronteras de los
pueblos, sus
almacenes he saqueado, y he abatido como un fuerte a sus habitantes.
14 Como un nido ha alcanzado mi mano la riqueza de los pueblos, y
como se recogen huevos abandonados, he recogido yo toda la tierra, y no
hubo quien aleteara ni abriera el pico ni piara.»