2 de rumores henchida, ciudad alborotada, villa bullanguera? Tus
caídos no son caídos a espada ni muertos en guerra.
3 Todos sus jefes huyeron a una: del arco escapaban. Todos tus
valientes fueron apresados a una: lejos huían.
4 Por eso he dicho: «¡Apartaos de mí! Voy a llorar amargamente. No
os empeñéis en consolarme por la devastación de la hija de mi pueblo.»
5 Porque es día de perturbación, de extravío y de aplastamiento para el
Señor Yahveh Sebaot. En el valle de la Visión se zapa un muro y el grito de
socorro llega a la montaña,