4 - Ya no tengo muralla. ¿Quién me ha convertido en espinos y
abrojos? - Yo les haré guerra y los pisotearé, los quemaré todos a una,
5 o que se acojan a mi amparo, que hagan la paz conmigo, que
conmigo hagan la paz.
6 En los días que vienen arraigará Jacob, echará Israel flores y frutos,
y se llenará la haz de la tierra de sus productos.
7 ¿Acaso le ha herido como hirió a quien le hería? ¿ha sido muerto él
como fueron muertos sus matadores?
8 Te querellaste con ella y la echaste, la despediste; la echó con
su
aliento áspero como viento de Oriente.
9 En verdad, con esto sería expiada la culpa de Jacob, y éste sería todo
el fruto capaz de apartar su pecado; dejar todas las piedras que le sirven de
ara de altar como piedras de cal desmenuzadas. Cipos y estelas del sol no se
erigirán,
10 pues la ciudad fortificada ha quedado solitaria, mansión dejada y
abandonada como un desierto donde el novillo pace, se tumba y ramonea.