5 Aquel día será Yahveh Sebaot corona de gala, diadema de adorno
para el resto de su pueblo,
6 espíritu de juicio para el que se siente en el tribunal, y energía para
los que rechazan hacia la puerta a los atacantes.
7 También ésos por el vino desatinan y por el licor
divagan:
sacerdotes y profetas desatinan por el licor, se ahogan en vino, divagan por
causa del licor, desatinan en sus visiones, titubean en sus decisiones.
8 Porque todas las mesas están cubiertas de vómito asqueroso, sin
respetar sitio.
9 «¿A quién se instruirá en el conocimiento? ¿a quién se le hará
entender lo que oye? A los recién destetados, a los retirados de los pechos.
10 Porque dice: = Sau la sau, sau la sau, cau la cau, cau la cau, zeer
sam, zeer sam. =»
11 Sí, con palabras extrañas y con lengua extranjera hablará a este
pueblo
12 él, que les había dicho: «¡Ahora, descanso! Dejad reposar al
fatigado. ¡Ahora, calma!» Pero ellos no han querido escuchar.
13 Ahora Yahveh les dice: «= Sau la sau, sau la sau, cau la cau, cau la
cau, zeer sam, zeer sam =», de suerte que vayan y caigan hacia atrás y se
fracturen, caigan en la trampa y sean presos.
14 Por tanto oíd la palabra de Yahveh, hombres burlones, señores de
este pueblo de Jerusalén.