5 Querrá mandar la gente, cada cual en cada cual, los unos a los otros
y cada cual en su compañero. Se revolverá el mozo contra el anciano, y el
vil contra el hombre de peso.
6 Pues agarrará uno a su hermano al de su mismo apellido, diciéndole:
«Túnica gastas: príncipe nuestro seas, toma a tu cargo esta ruina.»
7 Pero el otro exclamará aquel día: «No seré vuestro médico; en mi
casa no hay pan ni túnica: no me pongáis por príncipe del pueblo.»
8 Así que tropezó Jerusalén, y Judá ha caído; pues sus lenguas y sus
fechorías a Yahveh han llegado, irritando los ojos de su majestad.