4 Porque así me ha dicho Yahveh: Como ruge el león y el cachorro
sobre su presa, y cuando se convoca contra él a todos los pastores, de sus
voces no se intimida, ni de su tumulto se apoca: tal será el
descenso de
Yahveh Sebaot para guerrear sobre el monte Sión y sobre su colina.
5 Como pájaros que vuelan, así protegerá Yahveh Sebaot a Jerusalén,
protegerá y librará, perdonará y salvará.
6 Volveos a aquel de quien profundamente os apartasteis, hijos de
Israel.
7 Porque aquel día repudiará cada uno las divinidades de plata y las
divinidades de oro que hicieron vuestras manos pecadoras.
8 Caerá Asur por espada no de hombres, y por espada no humana
serán devorados; se dará a la fuga ante la espada, y sus mejores guerreros
serán destinados a trabajos.
9 Aterrado, abandonará su tropa, y sus jefes espantados abandonarán
su estandarte. Oráculo de Yahveh, que tiene fuego en Sión, y horno
en
Jerusalén.