5 No se llamará ya noble al necio, ni al desaprensivo se le llamará
magnífico.
6 Porque el necio dice necedades y su corazón medita el mal, haciendo
impiedad y profiriendo contra Yahveh desatinos, dejando vacío el estómago
hambriento y privando de bebida al sediento.
7 Cuanto al desaprensivo, sus tramas son malas, se dedica a inventar
maquinaciones para sorprender a los pobres con palabras
engañosas,
cuando el pobre expone su causa.