Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 33, 8-19

8 Han quedado desiertas las calzadas, ya no hay transeúntes por los
caminos. Han violado la alianza, han recusado los testimonios, no se tiene
en cuenta a nadie.

9 La tierra está en duelo, languidece; el líbano está ajado y mustio. Ha
quedado el Sarón como la estepa, se van pelando el Basán y el Carmelo.

10 «Ahora me levanto - dice Yahveh - ahora me exalto, ahora me
elevo.

11 Concebiréis forraje, pariréis paja, y mi soplo como fuego os
devorará;

12 los pueblos serán calcinados, espinos cercenados que en fuego
arderán.

13 Oíd, los alejados, lo que he hecho; enteraos, los cercanos, de mi
fuerza.»

14 Se espantaron en Sión los pecadores, sobrecogió el temblor a los
impíos: ¿Quién de nosotros podrá habitar con el fuego consumidor? ¿quién
de nosotros podrá habitar con las llamas eternas?

15 El que anda en justicia y habla con rectitud; el que rehúsa
ganancias fraudulentas, el que se sacude la palma de la mano para no
aceptar soborno, el que se tapa las orejas para no oír hablar de
sangre, y
cierra sus ojos para no ver el mal.

16 Ese morará en las alturas, subirá a refugiarse en la fortaleza de las
peñas, se le dará su pan y tendrá el agua segura.

17 Tus ojos contemplarán un rey en su belleza, verán una tierra
dilatada.

18 Tu corazón musitará con sobresalto: «¿Dónde está el que contaba,
dónde el que pesaba, dónde el que contaba torres?»

19 Y no verás al pueblo audaz, pueblo de lenguaje oscuro,
incomprensible, al bárbaro cuya lengua no se entiende.