4 se esfuma todo el ejército de los cielos. Se enrollan como un libro
los cielos, y todo su ejército palidece como palidece el sarmiento de la cepa,
como una hoja mustia de higuera.
5 Porque se ha emborrachado en los cielos mi espada; ya desciende
sobre Edom y sobre el pueblo de mi anatema para hacer justicia.
6 La espada de Yahveh está llena de sangre, engrasada de sebo, de
sangre de carneros y machos cabríos, de sebo de riñones de carneros,
porque tiene Yahveh un sacrificio en Bosrá, y gran matanza en Edom.
7 En vez de búfalos caerán pueblos, y en vez de toros un pueblo de
valientes. Se emborrachará su tierra con sangre, y su polvo será engrasado
de sebo.
8 Porque es día de venganza para Yahveh, año de desquite del
defensor de Sión.
9 Se convertirán sus torrentes en pez, su polvo en azufre, y se hará su
tierra pez ardiente.
10 Ni de noche ni de día se apagará, por siempre subirá el humo de
ella. De generación en generación quedará arruinada, y nunca jamás habrá
quien pase por ella.
11 La heredarán el pelícano y el erizo, el ibis y el cuervo residirán en
ella. Tenderá Yahveh sobre ella la plomada del caos y el nivel del vacío.
12 Los sátiros habitarán en ella, ya no habrá en ella nobles que
proclamen la realeza, y todos sus príncipes serán aniquilados.
13 En sus alcázares crecerán espinos, ortigas y cardos en
sus
fortalezas; será morada de chacales y dominio de avestruces.
14 Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al
otro; también allí reposará Lilit y en él encontrará descanso.
15 Allí anidará la víbora, pondrá, incubará y hará salir del huevo.
También allí se juntarán los buitres.
16 Buscad el libro de Yahveh y leed; no faltará ninguno de ellos,
ninguno de ellos echará en falta a otro. Pues su misma boca lo ha ordenado
y su mismo espíritu los junta.
17 Es él mismo el que los echa a suertes, con su mano les reparte el
país a cordel; lo poseerán por siempre y morarán en él de
generación en
generación.