22 El está sentado sobre el orbe terrestre, cuyos habitantes son como
saltamontes; él expande los cielos como un tul, y los ha desplegado como
una tienda que se habita.
23 El aniquila a los tiranos, y a los árbitros de la tierra los reduce a la
nada.
24 Apenas han sido plantados, apenas sembrados, apenas arraiga en
tierra su esqueje, cuando sopla sobre ellos y se secan, y una ráfaga como
tamo se los lleva.
25 ¿Con quién me asemejaréis y seré igualado?, dice el Santo.