17 Haceos atrás, confusos de vergüenza, los que confiáis en ídolos, los
que decís a la estatua fundida: «Vosotros sois nuestros dioses.»
18 ¡Sordos, oíd! ¡Ciegos, mirad y ved!
19 ¿Quién está ciego, sino mi siervo? ¿y quién tan sordo como el
mensajero a quien envío? (¿Quién es tan ciego como el enviado y tan sordo
como el siervo de Yahveh?)
20 Por más que has visto, no has hecho caso; mucho abrir las orejas,
pero no has oído.
21 Yahveh se interesa, por causa de su justicia, en engrandecer y dar
lustre a la Ley.