4 no desmayará ni se quebrará hasta implantar en la tierra el derecho,
y su instrucción atenderán las islas.
5 Así dice el Dios Yahveh, el que crea los cielos y los extiende, el que
hace firme la tierra y lo que en ella brota, el que da aliento al pueblo que
hay en ella, y espíritu a los que por ella andan.
6 Yo, Yahveh, te he llamado en justicia, te así de la mano, te formé, y
te he destinado a ser alianza del pueblo y luz de las gentes,
7 para abrir los ojos ciegos, para sacar del calabozo al preso, de
la
cárcel a los que viven en tinieblas.
8 Yo, Yahveh, ese es mi nombre, mi gloria a otro no cedo, ni mi prez
a los ídolos.
9 Lo de antes ya ha llegado, y anuncio cosas nuevas; antes que se
produzcan os las hago saber.
10 Cantad a Yahveh un cántico nuevo, su loor desde los confines de la
tierra. Que le cante el mar y cuanto contiene, las islas y sus habitantes.
11 Alcen la voz el desierto y sus ciudades, las explanadas en que
habita Quedar. Aclamen los habitantes de Petra, desde la cima de los
montes vociferen.
12 Den gloria a Yahveh, su loor en las islas publiquen.
13 Yahveh como un bravo sale, su furor despierta como el de un
guerrero; grita y vocifera, contra sus enemigos se muestra valeroso.
14 «Estaba mudo desde mucho ha, había ensordecido, me había
reprimido. Como parturienta grito, resoplo y jadeo entrecortadamente.
15 Derribaré montes y cedros, y todo su césped secaré; convertiré los
ríos en tierra firme y las lagunas secaré.
16 Haré andar a los ciegos por un camino que no conocían, por
senderos que no conocían les encaminaré. Trocaré delante de ellos la
tiniebla en luz, y lo tortuoso en llano. Estas cosas haré, y no las omitiré.»