Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 45, 3-17

3 Te daré los tesoros ocultos y las riquezas escondidas, para que sepas
que yo soy Yahveh, el Dios de Israel, que te llamo por tu nombre.

4 A causa de mi siervo Jacob y de Israel, mi elegido, te he llamado por
tu nombre y te he ennoblecido, sin que tú me conozcas.

5 Yo soy Yahveh, no hay ningún otro; fuera de mí ningún dios existe.

Yo te he ceñido, sin que tú me conozcas,

6 para que se sepa desde el sol levante hasta el poniente, que todo es
nada fuera de mí. Yo soy Yahveh, no ningún otro;


7 yo modelo la luz y creo la tiniebla, yo hago la dicha y creo la
desgracia, yo soy Yahveh, el que hago todo esto.

8 Destilad, cielos, como rocío de lo alto, derramad, nubes, la victoria.
Abrase la tierra y produzca salvación, y germine juntamente la justicia. Yo,
Yahveh, lo he creado.

9 ¡Ay de quien litiga con el que la ha modelado, la vasija entre
las
vasijas de barro! ¿Dice la arcilla al que la modela: «¿Qué haces
tú?», y

«¿Tu obra no está hecha con destreza?»

10 ¡Ay del que dice a su padre!: «¿Qué has engendrado?» y a su
madre: «¿Qué has dado a luz?»

11 Así dice Yahveh, el Santo de Israel y su modelador: «¿Vais a
pedirme señales acerca de mis hijos y a darme órdenes acerca de la obra de
mis manos?

12 Yo hice la tierra y creé al hombre en ella. Yo extendí los cielos con
mis manos y doy órdenes a todo su ejército.

13 Yo le he suscitado para la victoria y he allanado todos sus caminos.
El reconstruirá mi ciudad y enviará a mis deportados sin rescate y
sin
recompensa», dice Yahveh Sebaot.

14 Así dice Yahveh: Los productos de Egipto, el comercio de Kus y
los sebaítas, de elevada estatura, vendrán a ti y tuyos serán. Irán detrás de
ti,
encadenados, ante ti se postrarán, y te suplicarán: «Sólo en ti hay Dios, no
hay ningún otro, no hay más dioses.»

15 De cierto que tú eres un dios oculto, el Dios de Israel, salvador.

16 Quedarán abochornados, afrentados, marcharán con ignominia los
fabricadores de ídolos.

17 Israel será salvado por Yahveh, con salvación perpetua. No
quedaréis abochornados ni afrentados nunca jamás.