7 Tú decías: «Seré por siempre la señora eterna.» No has meditado
esto en tu corazón no te has acordado de su fin.
8 Pero ahora, voluptuosa, escucha esto, tú que te sientas en seguro y te
dices en tu corazón: «¡Yo, y nadie más! No seré viuda, ni sabré lo que es
carecer de hijos.»