12 Sólo hay arpas y cítaras, pandero y flauta en sus libaciones, y no
contemplan la obra de Yahveh, no ven la acción de sus manos.
13 Por eso fue deportado mi pueblo sin sentirlo, sus notables estaban
muertos de hambre, y su plebe se resecaba de sed.
14 Por eso ensanchó el seol su seno dilató su boca sin medida, y a él
baja su nobleza y su plebe y su turba gozosa.
15 Se humilla el hombre, se abaja el varón, los ojos de los altivos son
abajados;
16 es ensalzado Yahveh Sebaot en juicio, el Dios Santo muestra su
santidad por su justicia.
17 Pacerán los corderos como en su pastizal, y entre las ruinas gordos
cabritos ramonearán.
18 ¡Ay, los que arrastran la culpa con coyundas de engaños y el
pecado como con bridas de novilla!
19 Los que dicen: «¡Listo, apresure su acción, de modo que la
veamos. Acérquese y venga el plan del Santo de Israel, y que lo sepamos!»
20 ¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal; que dan oscuridad
por luz, y luz por oscuridad; que dan amargo por dulce, y dulce por amargo!
21 ¡Ay, los sabios a sus propios ojos, y para sí mismos discretos!
22 ¡Ay, los campeones en beber vino, los valientes para escanciar
licor,
23 los que absuelven al malo por soborno y quitan al justo su derecho.
24 Tal devora las espigas una lengua de fuego y el heno en llamas se
derrumba: la raíz de ellos será como podre, y su flor subirá como
tamo.
Pues recusaron la enseñanza de Yahveh Sebaot y despreciaron el dicho del
Santo de Israel.