Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 52, 2-12

2 Sacúdete el polvo, levántate, cautiva Jerusalén, Líbrate de las
ligaduras de tu cerviz, cautiva hija de Sión.

3 Porque así dice Yahveh: De balde fuisteis vendidos, y sin plata
seréis rescatados.

4 Sí, así dice el Señor Yahveh: A Egipto bajó mi pueblo en un
principio, a ser forastero allí, y luego Asiria le oprimió sin motivo.

5 Y ahora, ¿qué voy a hacer aquí - oráculo de Yahveh - pues mi
pueblo ha sido arrebatado sin motivo? Sus dominadores profieren gritos
-
oráculo de Yahveh - y todo a lo largo del día mi nombre es blasfemado.

6 Por eso mi pueblo conocerá mi nombre en aquel día y comprenderá
que yo soy el que decía: «Aquí estoy.»

7 ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que
anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación, que dice a
Sión: «Ya reina tu Dios!»

8 ¡Una voz! Tus vigías alzan la voz, a una dan gritos de júbilo, porque
con sus propios ojos ven el retorno de Yahveh a Sión.

9 Prorrumpid a una en gritos de júbilo, soledades de Jerusalén, porque
ha consolado Yahveh a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén.

10 Ha desnudado Yahveh su santo brazo a los ojos de todas las
naciones, y han visto todos los cabos de la tierra la salvación de
nuestro
Dios.


11 ¡Apartaos, apartaos, salid de allí! ¡Cosa impura no toquéis! ¡Salid
de en medio de ella, manteneos limpios, portadores del ajuar de Yahveh!

12 Pues sin prisa habréis de salir, no iréis a la desbandada, que va al
frente de vosotros Yahveh, y os cierra la retaguardia el Dios de Israel.