Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Isaías 55, 1-12

1 ¡Oh, todos los sedientos, id por agua, y los que no tenéis plata,
venid, comprad y comed, sin plata, y sin pagar, vino y leche!


2 ¿Por qué gastar plata en lo que no es pan, y vuestro jornal en lo que
no sacia? Hacedme caso y comed cosa buena, y disfrutaréis con algo
sustancioso.

3 Aplicad el oído y acudid a mí, oíd y vivirá vuestra alma. Pues voy a
firmar con vosotros una alianza eterna: las amorosas y fieles promesas
hechas a David.

4 Mira que por testigo de las naciones le he puesto, caudillo y
legislador de las naciones.

5 Mira que a un pueblo que no conocías has de convocar, y un pueblo
que no te conocía, a ti correrá por amor de Yahveh tu Dios y por el Santo de
Israel, porque te ha honrado.

6 Buscad a Yahveh mientras se deja encontrar, llamadle mientras está
cercano.

7 Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y
vuélvase a Yahveh, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios, que
será
grande en perdonar.

8 Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros
caminos son mis caminos - oráculo de Yahveh -.

9 Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis
caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros.

10 Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven
allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que
dé simiente al sembrador y pan para comer,

11 así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de
vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a
que la envié.

12 Sí, con alegría saldréis, y en paz seréis traídos. Los montes y las
colinas romperán ante vosotros en gritos de júbilo, y todos los árboles del
campo batirán palmas.