9 Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis
caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros.
10 Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven
allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que
dé simiente al sembrador y pan para comer,