5 yo he de darles en mi Casa y en mis muros monumento y nombre
mejor que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no será borrado.
6 En cuanto a los extranjeros adheridos a Yahveh para su ministerio,
para amar el nombre de Yahveh, y para ser sus siervos, a todo aquel que
guarda el sábado sin profanarle y a los que se mantienen firmes en
mi
alianza,
7 yo les traeré a mi monte santo y les alegraré en mi Casa de oración.
Sus holocaustos y sacrificios serán gratos sobre mi altar. Porque mi
Casa
será llamada Casa de oración para todos los pueblos.
8 Oráculo del Señor Yahveh que reúne a los dispersos de Israel. A los
ya reunidos todavía añadiré otros.
9 Bestias todas del campo, venid a comer, bestias todas del bosque.
10 Sus vigías son ciegos, ninguno sabe nada; todos son perros mudos,
no pueden ladrar; ven visiones, se acuestan, amigos de dormir.
11 Son perros voraces, no conocen hartura, y ni los pastores saben
entender. Cada uno sigue su propio camino cada cual, hasta el último, busca
su provecho